Desde feriantes hasta chocolateros de Fondo Esperanza se preparan para una nueva conmemoración religiosa, logrando aprovechar estas fechas para vender sus productos en distintas partes del país.
Como todos los años, el mundo católico conmemora Semana Santa, período en el que se recuerda la pasión, muerte y resurrección de Jesús. Una festividad llena de ritos y significados que a lo largo de la historia se han mantenido presentes entre quienes adhieren a esta religión.
El país no está ajeno a esta efeméride, pues se siguen conservando añosas costumbres. El consumo de productos del mar o la entrega de huevitos de chocolate son parte de algunas de ellas. Aprovechando esta instancia, muchos de los emprendedores de Fondo Esperanza (FE), entre ellos pescadores, feriantes, comerciantes y chocolateros, ofrecen sus productos a la ciudadanía, emprendiendo desde las tradiciones de Semana Santa.
Tal es el caso de Verónica Cares Tapia, quien todos los años se abastece con anticipación de pescados y mariscos para satisfacer a sus clientes en el Mercado de Constitución. La emprendedora maulina trabaja en esta actividad desde los siete años, permitiéndole sustentar a su familia compuesta por cuatro hijos.
Corvinas, merluzas, congrios y salmones que trae directamente desde Puerto Montt son parte de la mercadería que dispone en su local llamado “Donde Verito”, en el que ha trabajado por más de 30 años. Para esta mujer su lugar de trabajo es su hogar, ya que pasa todo el día compartiendo con sus clientes. Fiel a su estilo solidario y esperanzador remarca: “Por mi puesto, doy la vida”.
En Chiloé, X Región, Paola Barrientos ha desarrollado una técnica única e irreproducible, dando vida a templos de madera en miniatura. Entre sus creaciones destacan las iglesias: Nuestra Señora de Tenaún de Dalcahue y Nuestra Señora del Rosario de Chonchi. “Las torres de estas capillas son muy bonitas, pero tienen mayor dificultad. Por eso me demoro alrededor de dos semanas en completarlas para hacer una entrega”, manifiesta.
Según Paola, los pedidos de estas pequeñas iglesias, realizados por clientes de todo Chile, aumentan casi el doble respecto a otros meses del año: “Casi toda la producción que hago para esta fecha es particular, es decir ellos encargan las reproducciones para tenerlas justo en esos días. También llegan más personas de visita a la Isla y con eso conocen más mi trabajo, pero en general son trabajos que ya estaban encargados”. Si quiere contactarla, puede hacerlo al 995558374.
María Rojas, oriunda de Ovalle, IV Región, se dedica a la chocolatería, pero también cocina almuerzos los fines de semana. Una de sus fechas de ventas más importantes es Semana Santa, donde elabora chocolates con diferentes motivos para los niños y colaciones sin carne: “Antes vendía verduras. Salía con una carretilla y con mis niños a ofrecer, pero luego se acabó ese negocio y fue mi hija quien me dijo que me tirara con esta nueva idea”.
La microempresaria dice innovar y adecuarse completamente a las necesidades de sus clientes. “Para Semana Santa este año estoy haciendo conejitos y chocolates rellenos con manjar y almendras. También tendré almuerzo con pescado y ensaladas. Todo ‘ad hoc’ a las fechas que se vienen”, explica. Para comprar sus productos puede comunicarse con ella directamente al 9953738001.
Priscilla Flores de San Joaquín es otra emprendedora que se ha hecho conocida por su talento para trabajar el chocolate. La artesana ofrece huevitos de 400 grs., rellenos de chubis y pintados de diferentes colores. “Mis clientes me piden elaboraciones más bien artesanales. Uso chocolate de leche y blanco con dibujos de conejos de Pascua. Todo se hace a pedido”, señala.
Para esta chocolatera su secreto ha sido la perseverancia, algo que la ha llevado a triunfar en este dulce rubro: “Desde que ingresé a Fondo Esperanza he podido ser constante en el trabajo. Llevo un año así y eso se ha notado positivamente en la parte económica, además de hacer hecho crecer mis redes”, destaca Flores, a la cual se puede contactar al fono 997793327.
Estas cuatro historias de esfuerzo, reflejan el incansable trabajo de los más de 110 mil emprendedores que pertenecen a Fondo Esperanza, la comunidad de emprendimiento solidario más grande de Chile, quienes ven en Semana Santa una real oportunidad para darle firmeza a sus emprendimientos y alcanzar buenos ingresos económicos.
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