Tras la histórica marcha del 8M, experta analiza la importancia de la invitación a las mujeres chilenas a paralizar actividades laborales y domésticas durante el Día Internacional de la Mujer.
¿Qué pasaría si las mujeres dejan de realizar las actividades desvaloradas que tradicionalmente se les han asignado? Bajo esta pregunta, el pasado 8 de marzo se convocó a millones de mujeres de todo el mundo a una huelga feminista, la que buscaba demostrar la importancia del trabajo realizado por mujeres tanto en lo laboral como en lo doméstico.
Muestra de la desigualdad existente son los resultados de la primera Encuesta Nacional Sobre el Uso del Tiempo en nuestro país, hecha en 2016 por el Instituto Nacional de Estadísticas (INE), los que dan cuenta de las inequidades de la carga global de trabajo entre mujeres y hombres: considerando como trabajo lo remunerado, no remunerado, de cuidados y de traslados, las primeras dedican 10,54 horas a la semana, mientras que los varones sólo 8,64 horas.
Si se estudian los datos desagregados, la realidad es que las mujeres dedican en promedio 5,89 horas al trabajo no remunerado, más del doble del tiempo que los varones (2,74 horas). Es importante destacar que estas diferencias de género en esta área, no sólo se dan en Chile sino que se extienden por todo el mundo, y aunque existen territorios en que esta brecha es menor, tal como los países nórdicos, la desigualdad aún se mantiene.
Esta cantidad de trabajo no remunerado que realizan las mujeres fue una de las problemáticas centrales que estuvo detrás del llamado a huelga de este 8M. “La convocatoria a paralización tuvo una connotación social, política y económica, la que buscaba el reconocimiento de la sociedad mundial del aporte que hacen las mujeres y lo femenino a la economía del cuidado, sociedad que, por el contrario, las invisibiliza, maltrata y violenta”, señala Carola Naranjo, experta en género y políticas públicas de la consultora Etnográfica (etnografica.cl).
Naranjo sostiene además que la invitación a mujeres a parar las funciones durante la jornada del 8M, tuvo como objetivo llamar la atención a la sociedad, a los gobiernos y al sector privado, en cuanto a reconocer las inequidades de género y las brechas que desigualdad que enfrentan las mujeres. “El movimiento quería evidenciar el aporte invisibilizado de las mujeres en las labores de cuidado, familiar, social, comunitario y de reproducción”, agrega.
Y vaya que sí tuvo resultado, pues la huelga de mujeres terminó en una multitudinaria marcha en Santiago y en todas las regiones de Chile, que, según cifras de Carabineros, contó con la presencia de 190 mil personas sólo en la capital. Sin embargo, la entidad a cargo de la jornada, la Coordinadora 8M, estimó que se reunieron más de 400 mil personas en la Región Metropolitana y más de 800 mil a nivel nacional.
Cabe destacar que este llamado a huelga fue un movimiento mundial, ya que las brechas de género son globales. Manifestaciones tan multitudinarias como la chilena tuvieron lugar en países como España, Francia, Reino Unido, Argentina, países del Medio Oriente, entre otros. “Sin duda, el 8M de 2019, será recordado como una fecha tremendamente significativa en la historia de la conquista por los derechos de las mujeres”, concluye Naranjo.
0 comentarios