- Comer un producto en mal estado o contaminado puede provocar una seria intoxicación, por eso más vale prevenir. Aquí, un especialista en inocuidad alimentaria de la U. San Sebastián entrega algunos consejos para reconocer cuando un alimento está en mal estado.
No hay 18 de septiembre sin un buen asado y para ese propósito, no sólo basta con escoger el mejor corte, sino que es fundamental asegurarse que el producto se encuentre en buen estado y que provenga de un establecimiento autorizado.
Pero ¿cómo reconocer cuando una carne está vencida? ¿Qué características deben tener las carnes de vacuno, cerdo o ave? El especialista en inocuidad alimentaria y académico de la carrera de Nutrición de la U. San Sebastián, Andrés Voisier Cerda, destaca los siguientes indicadores:
Color: Debe ser uniforme y característico al tipo de carne (roja si es vacuno, blanca si es pollo y rosada si es cerdo). Evitar cuando el corte tiene un color verdoso, negruzco o sanguinolento.
Olor: Debe tener un olor neutro, hay que evitar aquellos productos que desprendan aromas rancios o putrefactos.
Exudado: La superficie de la carne es ligeramente húmeda, pero el exudado (liquido rojizo que se acumula en la carne envasada) indica el nivel de frescura, es decir, un exceso no es bueno, ya que favorece el crecimiento de ciertas bacterias, perjudicando la vida útil del producto.
Firmeza: La carne debe estar firme y su superficie brillante, ceder a la presión de un dedo, evite cuando el corte esté flácido, blando al tacto o gelatinoso.
Carnes envasadas: Debe revisar que su etiqueta cumpla con las normas tales como la información del establecimiento donde se faenó y su autorización de funcionamiento, fecha de faenamiento, de vencimiento y recomendaciones de conservación y duración del producto.
7 recomendaciones para no olvidar
- Comprar sólo en locales establecidos que cuenten con las autorizaciones pertinentes para su funcionamiento, además que sus productos sean de una planta de faenamiento autorizada. Recuerde que usted es el primer fiscalizador.
- Descongele las carnes en el refrigerador, es decir, traspasar del congelador al refrigerador. Nunca a temperatura ambiente.
- Recuerde que no se debe volver a congelar un alimento que ya fue descongelado.
- Use cuchillos y tablas distintas para carnes cocidas y carnes crudas, así evitará contaminación cruzada.
- Cocine completamente las carnes, asegurándose que los jugos no sean rosados y que no haya restos de sangre.
- No adquirir ningún tipo de carne si no está refrigerada, la cadena de frío es fundamental para que el producto no se deteriore.
- Por último, recuerde que una carne de color oscuro, de consistencia dura y seca, con falta de brillo, grasa externa oscura y que presente exudado en exceso de color marrón, son indicios de una carne alterada.
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