Lo primero que se debe tener en cuenta es el respeto a la montaña y a los ambientes naturales y no sólo respecto al cuidado y protección, sino que a aquellas conductas que puedan ser de riesgo.
Jorge Pizarro, académico de la carrera de Ingeniería en Expediciones y Ecoturismo de la U. San Sebastián, señala que antes de iniciar esta actividad es necesario definir el lugar y la duración de la actividad, ya sea por horas, días o semanas.
El docente indica que independiente si se tiene o no experiencia en trekking, hay que considerar el tiempo que se invertirá en esta actividad y estar bien preparado físicamente, además de evaluar las condiciones meteorológicas del lugar.
“Al ir a la montaña tienes que pensar que de regreso hay menos energía y más probabilidades de sufrir accidentes en las bajadas, porque vienes cansado y con menos reflejos”, dice Pizarro.
Acondicionamiento físico
Junto con una buena planificación, es necesario tener una preparación física “para aumentar el tono muscular del cuerpo en general y eso se puede lograr con una pauta general de acondicionamiento y ejercicios básicos unas tres semanas antes de iniciar un trekking”.
Es recomendable que la persona realice rutinas de elongación antes y después de subir un cerro. “Cuando no se realiza esta preparación previa se pueden producir lesiones microscópicas ya sean óseas, articulares o musculares que en algún momento pasan la cuenta”, señala Pizarro.
“Estas micro lesiones en las rodillas o las caderas, gatillan crisis dolorosas cuando vas bajando, porque en un trekking de subida, la fuerza que haces descansa en los muslos y puedes regular el esfuerzo, pero de vuelta estás en desventaja mecánica y la rodilla por ejemplo trabaja pésimo, ante el impacto y el freno del descenso”, advierte el experto.
Otro elemento fundamental es la hidratación. “Se debe tomar agua cada 20 minutos o media hora, pueden ser unos 5 o 6 sorbos durante el período de trabajo físico en un cerro o montaña”, complementa el académico.
“Cuando subes ocupas toda la energía disponible. Los músculos están con una fatiga acumulativa, no te das cuenta de que pierdes reflejos y respuesta nerviosa, por lo que es clave la hidratación y alimentación adecuada durante esta actividad”, dice Pizarro.
Cuidarse del sol
En cuanto a la protección del sol, “el riesgo no es sólo de quemaduras o insolación, sino también la posibilidad de sufrir un shock de calor, por no usar bloqueador solar, un gorro y ropa apropiada, además de la necesaria hidratación que puede ser consumiendo leche, que es mejor que el agua o las bebidas deportivas para este fin”, afirma el docente USS.
Lo otro que recalca es que hay que usar poleras con mangas largas y lentes de sol para no exponerse a los rayos UV y no recargar demasiado la mochila, para ir más liviano y evitar problemas físicos.
Otro artículo que es indispensable es el bastón o bastones. Pizarro recomienda que sean regulables o telescópicos y de un material liviano pero de buena calidad. “El bastón se usa en un ángulo de 90 grados respecto al codo y permite que la descarga del esfuerzo que se hace en una pendiente descanse en él y no en los muslos, provocando menor fatiga y un mejor equilibrio”
Nunca salir solo
“Ir sólo es peligroso por la posibilidad de sufrir caídas, extravío o hipotermia y quedar incomunicado al no tener señal de teléfono móvil o una radio satelital”, asegura el académico, quien recomienda realizar excursiones de a dos o tres personas.
Asimismo, puntualiza que es importante informar a la familia si se tiene un seguro de salud, porque en una travesía mediana o larga si ocurre un accidente, se requiere de estos antecedentes para saber a dónde trasladar a una persona.
También enfatiza que “hay tener mucho cuidado al hacer trekking con los desprendimientos de rocas y considerar que el material suelto puede ocasionar caídas. Por eso se debe seguir los senderos preestablecidos”.
En cuanto a la condición de salud, el experto asegura que es importante hacerse un chequeo médico y declarar si se tienes alguna enfermedad o problema como alergias, medicamentos contraindicados, operaciones recientes o un embarazo.
Lo ideal, es que al menos dos personas en un grupo de trekking tengan conocimiento de primeros auxilios, lo que implica “saber de curaciones, detener hemorragias y llevar un botiquín que incluya gasas, vendas, suero fisiológico y jabón para lavar heridas, además de guantes para evitar infecciones”.
Tips esenciales
- Definir lugar y la duración de la actividad ya sea por horas, días o semanas y considerar condiciones meteorológicas
- Evaluar la condición física, salud y edad e informar si existen seguros.
- Número de participantes mínimo (2) y máximo (5), establecer hora de salida y llegada junto con la trayectoria o ruta elegida.
- Datos de contacto con familia del participante en caso de emergencia. Declaración de salud (principalmente respecto a alergias, medicamentos contraindicados, régimen especial alimentación, operaciones recientes y embarazo).
- Contar con sistemas de comunicación y botiquín de primeros auxilios.
- Alimentarse cada una hora (cereales en barra, chocolate frutos secos o raciones habituales y pequeñas de comida) e hidratarse (con leche o agua) también cada una hora.
- Establecer cargas a transportar de acuerdo a la edad (hacer la equivalencia de litros a kilos de las mochilas) y lo ideal es que no lleven ninguna, los menores de 12 años y que en el caso de los adultos que la carga no supere los 20 kilos.
- Tener ropa adecuada, bastones y bolsas de hidratación (Camelback), además de linterna, lentes, bloqueador solar y calzado de trekking.
- Tener GPS y/o Brújula además de respetar la señalética, rutas y senderos en la montaña.
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