Silvana Alvarado, pedagoga en informática educativa y Natalia Sagredo, traductora, son dueñas y creadoras de Lia & Fiborina, Aromaterapia y Jabones para el alma. Dos chilenas que se atrevieron con su negocio y entraron al mundo del emprendimiento. ¡Conozcamos la historia de cómo lo hicieron y qué consejo tienen para ti que estás pensando en emprender! ¡Además te sorprenderemos prontamente con un concurso de sus ricos productos!
Es relevante que sientas que lo que haces te llena; si es solo un afán comercial, pero no te sientes identificada co
n tu producto, puedes cumplir tu meta, pero muy posiblemente no será del todo satisfactorio.
¿Cómo nace esta idea de emprendimiento?
Nace del impulso o deseo de hacer algo de calidad, natural y con amor para el alma; que ayude en los procesos de sanación, que acompañe en el despertar espiritual y amor propio, y que nos devuelva a usar productos naturales libres de conservantes dañinos para el cuerpo. Nuestra línea apunta a algo más: creamos productos personalizados; según las necesidades físicas, emocionales o espirituales de las personas.
¿Cómo han logrado llegar al mercado?
Hemos creado nuestras páginas en redes sociales y también comenzado a proyectarnos a través de la participación en ferias o exposiciones.
¿Qué le dirían a las mujeres que aún no saben cómo comenzar su negocio?
Es importante informarse sobre los fondos estatales de financiamiento, aprender contabilidad básica y manejar las diversas plataformas, pero es muy importante también saber que el curso que tomas debe ser el ideal – no por ser el más caro, será el más adecuado – y también cómo postular a esos fondos, cómo hacer un plan de negocios, un programa, cómo presentarte ante esos entes estatales o privados. Sirve mucho ir a las charlas de Sercotec que se dan en distintos puntos de la RM.
¿Cuál es el consejo que le darían a las mujeres para que se atrevan cumplir sus sueños?
Es relevante que sientas que lo que haces te llena; si es solo un afán comercial, pero no te sientes identificada con tu producto, puedes cumplir tu meta, pero muy posiblemente no será del todo satisfactorio. Debe haber una unión de amor entre tú y tu producto. Dejar de pensar tanto en si resulta o no, si tienes la convicción de que lo que haces es lo tuyo, hay que darle con todo pase lo que pase.
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