¿PORQUÉ LOS ATRIBUTOS MASCULINOS SON “BUENOS” Y LOS FEMENINOS SON CONSIDERADOS “MALOS” EN TU LUGAR DE TRABAJO?
La feminización masiva de los puestos de trabajo en Chile ha crecido en las últimas décadas, siendo los 90s una época clave en donde las mujeres comenzaron a ocupar posiciones, trabajos o carreras que eran comúnmente tildadas como “masculinos” o “pega de gusto de hombre”.
Es así como geniales mujeres lograron ser grandes científicas, gerentas, investigadoras, matemáticas, políticas, carabineras, boxeadoras, etc. y cada día hay una mujer por ahí que logra conquistar un puesto de trabajo que no había logrado ninguna mujer antes (y por eso la celebramos).
En mi práctica profesional, como psicóloga femenina, he tenido el gusto de trabajar con mujeres en la construcción, en las fuerzas armadas, en turnos de urgencias, en cargos gerenciales de multinacionales, mujeres estudiando doctorados e investigando en la academia y he logrado visualizar un miedo muy profundo e interno que no se comunica frecuentemente.
La razón de esto es que muchas veces no lo vemos, lo tomamos como algo normal o lo consideramos algo tan poco relevante que se omite sin percibir lo que estamos sacrificando con esto: nuestra propia esencia femenina y el poder de mujer.
Si todavía no entiendes de lo que estoy hablando, te invito a hacer un sencillo ejercicio, pregúntate a ti misma ¿qué atributos femeninos consideran positivos en tu puesto de trabajo y cuáles negativos? Si te sirve apúntalos.
Luego has lo mismo pero pensando en lo masculino, ¿cuántos tantos aspectos reprochan a un hombre por su masculinidad? ¿hay atributos positivos que se asocian comúnmente a lo masculino?
La invisible segregación por género
Lamentablemente aún es muy común oír en los puestos de trabajo generalizaciones que sólo contribuyen a dañar la percepción de lo femenino. “Anda sensible, debe estar con la regla”, “Aquí no trabajan muchas mujeres porque no aguantan, son muy delicadas”, “Si tú quieres ganar un buen puesto aquí, tienes que trabajar como un hombre”, “Si trabajas con mujeres tienes que asumir que habrán chismes y conflictos”
Sin ir más lejos, recientemente me preguntaron en una entrevista laboral si estaba casada y si pensaba tener hijos pronto: ahí entendí lo difícil que es para las mujeres enfrentar los estereotipos laborales. Por un lado puedes ser fiel a ti misma y frenar el sexismo, pero por otro te da un tremendo miedo a que por ello te veten, te mal evalúen, te tilden de “cuática” etc.
Detrás de esto, hay un ideal de trabajador que sigue cánones de épocas pasadas y que no ha incorporado lo femenino como atributo diferenciador en un puesto de trabajo, hay una sobrevalorización de lo masculino como ese trabajador que es muy organizado, eficiente, trabajador, proactivo, jugado por su pega versus una minimización de lo femenino como débil, vulnerable, complicado, pasivo, sensible o cambiante.
Reivindicando lo femenino
Lo más dañino de esto es que un sin número de mujeres creen estos sesgos sin pensarlo dos veces, algunas incluso lo replican: “Yo prefiero trabajar con hombres y me ahorro problemas”, es una frase demasiado común y debe erradicarse ya.
Otro gran porcentaje se enferma, hacen cuadros de estrés, de ansiedad, se angustian el domingo pensando en todo lo que se les viene el día siguiente y no logran entender (por más vueltas que les dan) por qué no pueden ser felices en sus puestos de trabajo, aunque dan todo de sí mismas.
Y la razón es simple, no puedes ser otra cosa que tú misma. NO puedes ser un hombre (y como vimos arriba) ese hombre idealizado que sólo piensa en su trabajo y nada lo detiene hasta ser exitoso. Las mujeres no somos así! Somos multi-tasking (podemos hacer más de una cosa a la vez y bien), siempre pondremos primero a nuestra familia, seres queridos, amigos y no es malo hablar de ellos o actuar ellos.
Ser sensible te permite palpar tu entorno y tu realidad, ser cambiante te permite mutar y adaptarte a nuevas realidades, ser vulnerable te permite empatizar con un otro. Todo es cosa de como tú concibes tu feminidad y si le das un rótulo de valor o defecto.
Si lo estás pasando mal, no entiendes bien qué sucede o ya llegaste al punto en que te estás enfermando con frecuencia y crees que tiene que ver con esto que hemos hablado, contáctame, somos mujeres apoyando a mujeres.
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