Se estima que Chile gasta un 0,8% del PIB en tratamientos médicos asociados al sedentarismo, estrés y obesidad. Hoy, el Gobierno busca combatir este problema incluyendo la actividad física en la jornada laboral.
El sedentarismo es una realidad presente en Chile. Así lo advierten cifras de la última Encuesta Nacional de Salud, la cual indica que el 86,7% de la población se mantiene inactiva. A nivel gobierno, se discute un proyecto de ley que pretende incorporar 3 horas de actividad física dentro de la jornada laboral, para así, mejorar la calidad de vida y favorecer el desarrollo productivo de los trabajadores.
Para la directora ejecutiva de VivoSalud – entidad experta en bienestar y planes de salud preventiva y calidad de vida para las empresas – Mónica Rau, es fundamental que las compañías se conviertan en espacios de vida sana para sus colaboradores. “Pasamos alrededor de un tercio de nuestro día frente a un computador. Las empresas tienen una gran responsabilidad a la hora de impulsar conductas saludables y tomar conciencia de la importancia de contar con trabajadores más felices, quienes van a rendir mejor en el trabajo y en distintos ámbitos de su vida. Iniciativas como las propuestas por el gobierno incentivarán a las empresas a ser un agente de cambio y transformarse en comunidades saludables, comprometidas y activas”.
En este sentido, programas de salud preventiva como VivoSalud buscan que las personas hagan cambios reales en sus hábitos y mejorar a largo plazo su calidad de vida. Para lograrlo, trabajan de la mano con las empresas para desarrollar un plan de compromiso organizacional en torno a la vida saludable, el cual incluye acciones de educación, desafíos e incentivos, a través del uso de una aplicación que mide la cantidad de pasos diarios de los trabajadores y los recompensa por su desempeño con premios que pueden ir desde libros, sesiones de spa hasta días libres y flexibilidad horaria.
“VivoSalud ayuda a las personas a tomar conciencia de la cantidad de actividad física que realizan midiendo sus pasos diarios y categorizando su desempeño, según indicadores de la Organización Mundial de la Salud. Con esto, queremos que ellos se pongan metas y las superen, los cuales derivarán en mejorar sus expectativas de vida. Junto con mantenerlos siempre informados y educados sobre cómo llevar una vida más saludable”, agrega Mónica Rau, CEO de VivoSalud.
Durante el primer año de operación, VivoSalud ha ayudado a reducir en un 12% el sedentarismo en las empresas, lo cual se traduce en la disminución de ausentismo por licencias médicas, menor gasto para las empresas, las cuales pagan millones de pesos cada año por licencias médicas, y un cambio cultural dentro de las compañías. “Uno de nuestros desafíos era transmitir a las empresas que pagar por desarrollar calidad de vida, más que un costo, es una inversión de mediano y largo plazo» revela Rau.
Programas como VivoSalud han logrado un cambio cultural interesante, ya que el 62% de las personas indica que se siente más leal y comprometido con la empresa. Además de un 77% indica sentir que su productividad y energía mejora tras el programa. Esto en parte, porque en el lugar de trabajo se comienza a generar una comunidad en torno al wellness y la vida sana”, garantiza Rau.
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